Con motivo del Primer centenario de fundación de nuestro Instituto de Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento, la Madre María de la Luz del Sagrado Corazón Acosta Bustos, entonces Superiora General, en el año 2010, deseó dejar plasmados, simbólicamente en los vitrales de la capilla de la Casa General, algunos aspectos relevantes de las virtudes y anhelos que caracterizaron a nuestra Fundadora, la Venerable María del Refugio Aguilar y Torres, para que fueran una luz que nos guíen en el afán de una mayor identificación y vivencia del Carisma Eucarístico Mercedario y en la proyección del mismo en nuestros diferentes campos de apostolado.
Solicitamos para su ejecución al Reverendo Padre Gerardo López, O.C.D. quien con su experiencia espiritual y dedicación artística supo abstraer, inspirándose en algunas frases de la Sagrada Escritura, sobre todo en los Salmos, la esencia de las virtudes características de nuestra Fundadora y plasmarla en la combinación de Cristales, formas y colores.
María del Refugio fue un carisma encarnado, un espíritu encendido por el amor eucarístico en ese inmenso arco iris de la vida consagrada, que experimentó la fidelidad de Dios a la humanidad y la pobre fidelidad de la humanidad a su Dios.